miércoles, 2 de junio de 2010

CÓMO RECONOCER A UN HIPÓCRITA?

La hipocresía es una palabra que siempre nos resulta detestable, es una palabra que encierra mucho dolor para quien recibe tal sentimientos. Es doloroso sentirse victima de la hipocresía de otros, de quienes no son sinceros y engañan…

Y lo peor de todo, la hipocresía es un mal muy común.

15 señales de hipocresía:

1. Jamás te dicen las cosas de frente, incluso cuando están contigo te dicen que te quieren.

2. Generalmente son personas muy amargadas, con mucho resentimiento, jamás soportarán que seas mejor en algo.

3. Nunca se alegran de los logros de sus amigos, sin embargo son personas muy carismáticas y pueden dar la imagen de ser amables.

4. Hablan siempre a tu espaldas, y envenenan a otros personas de tu circulo de amigos.

5. Cuando están contigo, eres lo mejor, la más buena, eres lo que siempre buscaban. Todo son halagos cuando estás con ellos.

6. Un hipócrita jamás dirá que se ha equivocado, fuiste tú.

7. Siempre tratará de hacerte daño, y puede estar tomando café contigo pero dentro de su corazón sólo hay rencor.

8. No acepta que otras personas triunfen, y si lo has hecho “algo hiciste para que fuese así”.

9. Ser amigo de una persona llena de hipocresía sólo te hará mal, porque no logran su paz interior, demasiado rencor tienen en su corazón.

10. Hipócrita es quien dice amarte y a la primera tormenta se va , los hipócritas son incapaces de amar.


11. Jamás una persona hipócrita será una persona tranquila, siempre vive y muere mirando como dañar a quienes les rodean. Santa, inocente y buenaza.

12. La persona hipócrita siempre está recordándote de lo sincera que es.
Si una farola no necesita anunciar que da luz, una persona honesta tampoco lo necesita.

13. Los hipócritas se presentan como santos. Si les pillas en una mentira siempre tienen una excusa o historia para explicarlo, aunque sea algo sin sentido… suelen tener bastante imaginación.

14. Los hipócritas son siempre los rápidos a la hora de señalar errores en los demás, y no acostumbran tomar responsabilidad de sus propios errores.

15. Los hipócritas suelen meter mucho ruido. Hacen algo enorme de cualquier cosita, necesitan hablar mucho, constantemente hablando mal de otros y hablando alabanzas de sí mismas y de la persona con la que están en ese momento. Intentan dar una buena impresión por todos los medios posibles, aunque sea atropellando a otros.

La lista podría continuar, pero estos signos de ser o estar junto a una persona hipócrita debiera ser suficiente para poder identificarla.

jueves, 27 de mayo de 2010

LA ESTUPIDEZ HUMANA

LAS LEYES FUNDAMENTALES DE LA ESTUPIDEZ HUMANA

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1. La Primera Ley Fundamental: " Siempre e inevitablemente cada uno de nosotros subestima el número de individuos estúpidos que circulan por el mundo".
2. La Segunda Ley Fundamental: " La probabilidad de que una persona determinada sea estúpida es independiente de cualquier otra característica de la misma persona".
3. La Tercera Ley Fundamental: " Una persona estúpida es una persona que causa daño a otra o grupo de personas sin obtener, al mismo tiempo, un provecho para sí, o incluso obteniendo un perjuicio".
4. La Cuarta Ley Fundamental: " Las personas no estúpidas subestiman siempre el potencial nocivo de las personas estúpidas. Los no estúpidos, en especial, olvidan constantemente que en cualquier momento y lugar, y en cualquier circunstancia tratar y/o asociarse con individuos estúpidos se manifiesta infaliblemente como un costosísimo error".
5. La Quinta Ley Fundamental: " La persona estúpida es el tipo de persona más peligroso que existe. El estúpido es más peligroso que el malvado".


CATEGORÍAS FUNDAMENTALES DE PERSONAS


Todos los seres humanos están incluidos en una de estas cuatro categorías fundamentales: los incautos, los inteligentes, los malvados y los estúpidos.


Los Incautos: Podemos recordar ocasiones en que un individuo realizó una acción (es decisivo que sea él quién la inicie), cuyo resultado fue una pérdida para él y una ganancia para nosotros: habíamos entrado en contacto con un incauto.


Los Inteligentes: Igualmente nos vienen a la memoria ocasiones en que un individuo realizó una acción de la que ambas partes obtuvimos provecho: se trataba de una persona inteligente.

Una persona inteligente puede alguna vez comportarse como una incauta, como puede también alguna vez adoptar una actitud malvada. Pero, puesto que la persona en cuestión es fundamentalmente inteligente, la mayor parte de sus acciones tendrán la característica de la inteligencia.

En determinadas circunstancias una persona actúa inteligentemente, y en otras circunstancias esta misma persona puede comportarse como una incauta. La única excepción importante a la regla la representan las personas estúpidas que, normalmente, muestran la máxima tendencia a una total coherencia en cualquier campo de actuación.

Los Malvados: Todos nosotros recordamos ocasiones en que, desgraciadamente, estuvimos relacionados con un individuo que consiguió una ganancia causándonos perjuicio a nosotros: nos encontramos frente a un malvado.

Existen diversos tipos de malvados; el malvado perfecto es aquél que con sus acciones causa a otro pérdidas equivalentes a sus ganancias. Otro tipo de malvados son aquellos que obtienen para sí ganancias mayores que las pérdidas que ocasionan en los demás, esos son deshonestos y con un grado elevado de inteligencia, pero la mayoría de los malvados son individuos cuyas acciones les proporcionan beneficios inferiores a las pérdidas ocasionadas a los demás. Este individuo se situará muy cerca del límite de la estupidez pura.


Los Estúpidos: Nuestra vida está salpicada de ocasiones en que sufrimos pérdidas de dinero, tiempo, energía, apetito, tranquilidad y buen humor por culpa de las dudosas acciones de alguna absurda criatura a la que, en los momentos más impensables e inconvenientes, se le ocurre causarnos daños, frustraciones y dificultades, sin que ella vaya a ganar absolutamente nada con sus acciones.

Nadie sabe, entiende o puede explicar por qué esta absurda criatura hace lo que hace. En realidad no existe explicación -o mejor dicho- solo hay una explicación: la persona en cuestión es estúpida.

La mayoría de las personas estúpidas son fundamentalmente y firmemente estúpidas, en otras palabras, insisten con perseverancia en causar daños o pérdidas a otras personas sin obtener ninguna ganancia para sí, sea esto positivo o negativo. Pero aún hay más. Existen personas que con sus inverosímiles acciones, no solo causan daños a otras personas, sino también a sí mismos. Estas personas pertenecen al género de los superestúpidos.


EL PODER DE LA ESTUPIDEZ


Como ocurre con todas las criaturas humanas, también los estúpidos influyen sobre otras personas con intensidad muy diferente. Algunos estúpidos causan normalmente perjuicios limitados, pero hay otros que llegan a ocasionar daños terribles, no ya a uno o dos individuos, sino a comunidades o sociedades enteras. La capacidad de hacer daño que tiene una persona estúpida depende de dos factores principales: del factor genético y del grado de poder o autoridad que ocupa en la sociedad.

Nos queda aún por explicar y entender qué es lo que básicamente vuelve peligrosa a una persona estúpida; en otras palabras en qué consiste el poder de la estupidez.

Esencialmente, los estúpidos son peligrosos y funestos porque a las personas razonables les resulta difícil imaginar y entender un comportamiento estúpido.


Una persona inteligente puede entender la lógica del malvado. Las acciones de un malvado siguen un modelo de racionalidad: racionalidad perversa, si se quiere, pero al fin y al cabo racionalidad. El malvado quiere añadir un "más" a su cuenta. Puesto que no es suficientemente inteligente como para imaginar métodos con que obtener un "más" para sí, procurando también al mismo tiempo un "más" para los demás, deberá obtener su "más" causando un "menos" a su prójimo.


Desde luego, esto no es justo, pero es racional, y si es racional uno puede preverlo.


Con una persona estúpida todo esto es absolutamente imposible. Una criatura estúpida os perseguirá sin razón, sin un plan preciso, en los momentos y lugares más improbables y más impensables. No existe modo alguno racional de prever si, cuándo, cómo, y por qué, una criatura estúpida llevará a cabo su ataque. Frente a un individuo estúpido, uno está completamente desarmado.


Puesto que las acciones de una persona estúpida no se ajustan a las reglas de la racionalidad, de ello se deriva que generalmente el ataque nos coge por sorpresa incluso cuando se tiene conocimiento del ataque no es posible organizar una defensa racional, porque el ataque, en sí mismo carece de cualquier tipo de estructura racional.


El hecho de que la actividad y los movimientos de una criatura estúpida sean absolutamente erráticos e irracionales no sólo hace problemática la defensa, sino que hace extremadamente difícil cualquier contraataque. Hay que tener en cuenta también otra circunstancia. La persona inteligente sabe que es inteligente. El malvado es consciente de que es malvado. El incauto está penosamente imbuido del sentido de su propia candidez. Al contrario de todos estos personajes, el estúpido no sabe que es estúpido. Esto contribuye poderosamente a dar mayor fuerza, incidencia y eficacia a su acción devastadora.


Con la sonrisa en los labios, como si hiciese la cosa más natural del mundo, el estúpido aparecerá de improviso para echar a perder tus planes, destruir tu paz, complicarte la vida y el trabajo, hacerte perder dinero, tiempo, buen humor, apetito, productividad, y todo esto sin malicia, sin remordimientos y sin razón. Estúpidamente.

No hay que asombrarse de que las personas incautas, generalmente no reconozcan la peligrosidad de las personas estúpidas. El hecho no representa sino una manifestación más de su falta de previsión. Pero lo que resulta verdaderamente sorprendente es que tampoco las personas inteligentes ni las malvadas consiguen muchas veces reconocer el poder devastador y destructor de la estupidez.


Generalmente, se tiende incluso a creer que una persona estúpida sólo se hace daño a sí misma, pero esto significa que se está confundiendo la estupidez con la candidez.


SOCIEDAD Y ESTUPIDEZ


Sería un grave error creer que el número de estúpidos es más elevado en una sociedad en decadencia que en una sociedad en ascenso. Ambas se ven aquejadas por el mismo porcentaje de estúpidos. La diferencia entre ambas sociedades reside en el hecho de que en la sociedad en declive los miembros estúpidos de la sociedad se vuelven más activos por la actuación permisiva de los otros miembros.


Un pais en ascenso tiene también un porcentaje insólitamente alto de individuos inteligentes que procuran tener controlada a la fracción de los estúpidos, y que, al mismo tiempo, producen para ellos mismos y para los otros miembros de la comunidad ganancias suficientes como para que el progreso sea un hecho.


En un país en decadencia, el porcentaje de individuos estúpidos sigue siendo igual; sin embargo, en el resto de la población se observa, sobre todo entre los individuos que están en el poder, una alarmante proliferación de malvados con un elevado porcentaje de estupidez y, entre los que no están en el poder, un igualmente alarmante crecimiento del número de los incautos.

SENCILLAMENTE, "ESTÚPIDO" TAL Y COMO TE DEFINES, DISFRUTA EL ARTÍCULO QUE TE DESCRIBES TAL Y COMO ERES!

lunes, 23 de noviembre de 2009

Ya estamos casi en diciembre...



Cuánto hace que no escribía en mi blog! Realmente, con el trajín de la rutina, ha quedado bastante relegado. La verdad, a pesar del cansancio normal de estar finalizando noviembre, puedo decir que de los tres cursos que he tomado, dos en el instituto Nuestra Señora del Pilar, desde principios de año, y otro más en la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini, me llevo lo mejor de cada uno. Principalmente de mis niños del Pilar, no por preferencia, sino porque hemos compartido cada mes de año, y ahora que están a punto de volar solos, me da nostalgia, pero maravilloso, la enseñanza nos permite que guarden un pedacito de nosotros.

Ay ay ay, tanto para decir, que no me alcanza ni el tiempo ni las palabras.

Simplemente, voy a dejar un relato que le leo a mis alumnos, el último día de clase:

LA MAESTRA THOMPSON

Su nombre era Mrs. Thompson. Mientras estuvo al frente de su clase de 5º grado, el primer día de clase lo iniciaba diciendo a los niños una mentira.
Como la mayor parte de los profesores, ella miraba a sus alumnos les decía que a todos los quería por igual. Pero eso no era posible, porque ahí en la primera fila, desparramado sobre su asiento, estaba un niño llamado: Teddy Stoddard.
Mrs. Thompson había observado a Teddy desde el año anterior y había notado que él no jugaba muy bien con otros niños, su ropa estaba muy descuidada y constantemente necesitaba darse un buen baño.
Teddy comenzaba a ser un tanto desagradable. Llegó el momento en que Mrs. Thompson disfrutaba al marcar los trabajos de Teddy con un plumón rojo haciendo una gran X y colocando un cero muy llamativo en
la parte superior de sus tareas.
En la escuela donde Mrs. Thompson enseñaba, le era requerido revisar el historial de cada niño, ella dejó el expediente de Teddy para el final.
Cuando ella revisó su expediente, se llevó una gran sorpresa. La Profesora de primer grado escribió: "Teddy es un niño muy brillante con una sonrisa sin igual. Hace su trabajo de una manera limpia y tiene muy buenos modales... es un placer tenerlo cerca".
Su profesora de segundo grado escribió: "Teddy es un excelente estudiante, se lleva muy bien con sus compañeros, pero se nota preocupado porque su madre tiene una enfermedad incurable y el ambiente en su casa debe ser muy difícil".
La profesora de tercer grado escribió: "Su madre ha muerto, ha sido muy duro para él. El trata de hacer su mejor esfuerzo, pero su padre no muestra mucho interés y el ambiente en su casa le afectará pronto si no se toman ciertas medidas".
Su profesora de cuarto grado escribió: "Teddy se encuentra atrasado con respecto a sus compañeros y no muestra mucho interés en la escuela.
No tiene muchos amigos y en ocasiones duerme en clase".
Ahora Mrs. Thompson se había dado cuenta del problema y estaba apenada con ella misma. Ella comenzó a sentirse peor cuando sus alumnos les llevaron sus regalos de Navidad, envueltos con preciosos moños y papel brillante, excepto Teddy. Su regalo estaba mal envuelto con un papel amarillento que él había tomado de una bolsa de papel.
A Mrs. Thompson le dio pánico abrir ese regalo en medio de los otros presentes. Algunos niños comenzaron a reír cuando ella encontró un viejo brazalete y un frasco de perfume con solo un cuarto de su contenido.
Ella detuvo las burlas de los niños al exclamar lo precioso que era el brazalete mientras se lo probaba y se colocaba un poco del perfume en su muñeca.
Teddy Stoddard se quedó ese día al final de la clase el tiempo suficiente para decir:
"Mrs. Thompson, el día de hoy usted huele como solía oler mi mamá".
Después de que el niño se fue ella lloró por lo menos una hora..
Desde ese día, ella dejó de enseñarles a los niños aritmética, a leer y a escribir.
En lugar de eso, comenzó a educar a los niños. Mrs. Thompson puso atención especial en Teddy.
Conforme comenzó a trabajar con él, su cerebro comenzó a revivir. Mientras más lo apoyaba, él respondía más rápido.
Para el final del ciclo escolar, Teddy se había convertido en uno de los niños más aplicados de la clase y a pesar de su mentira de que quería a todos sus alumnos por igual, Teddy se convirtió en uno de los consentidos de la maestra.
Un año después, ella encontró una nota debajo de su puerta, era de Teddy, diciéndole que ella había sido la mejor maestra que había tenido en toda su vida. Seis años después por las mismas fechas, recibió otra nota de Teddy, ahora escribía diciéndole que había terminado la preparatoria siendo el tercero de su clase y ella seguía siendo la mejor maestra que había tenido en toda su vida.
Cuatro años después, recibió otra carta que decía que a pesar de que en ocasiones las cosas fueron muy duras, se mantuvo en la escuela y pronto se graduaría con los más altos honores. Él le reiteró a Mrs. Thompson que seguía siendo la mejor maestra que había tenido en toda su vida y su favorita.
Cuatro años después recibió otra carta. En esta ocasión le explicaba que después de que concluyó su carrera, decidió viajar un poco. La carta le explicaba que ella seguía siendo la mejor maestra que había tenido y su favorita, pero ahora su nombre se había alargado un poco, la carta estaba firmada por Theodore F. Stoddard, MD.
La historia no termina aquí, existe una carta más que leer, Teddy ahora decía que había conocido a una chica con la cual iba a casarse.
Explicaba que su padre había muerto hacía un par de años y le preguntaba a Mrs. Thompson si le gustaría ocupar en su boda el lugar que usualmente es reservado para la madre del novio, por supuesto Mrs. Thompson acepto y adivinen...
Ella llega usando el viejo brazalete y se aseguró de usar el perfume que Teddy recordaba que usó su madre la última Navidad que pasaron juntos. Se dieron un gran abrazo y el Dr. Stoddard le susurró al oído, "Gracias Mrs.Thompson por creer en mí. Muchas gracias por hacerme sentir importante y mostrarme que yo puedo hacer la diferencia".
Mrs. Thompson con lágrimas en los ojos, tomó aire y dijo, "Teddy, te equivocas, tú fuiste el que me enseñó a mí que yo puedo hacer la diferencia.
"No sabía cómo educar hasta que te conocí".
Alegra el corazón de alguien hoy... comparte este mensaje. Recuerda que a donde quiera que vayas y hagas lo que hagas, tendrás la oportunidad de tocar y/o cambiar los sentimientos de alguien, trata de hacerlo de una forma positiva.
"Los amigos son Ángeles que nos levantan sobre nuestros pies cuando nuestras alas tienen problemas para recordar como volar".

sábado, 16 de mayo de 2009

Revivir


De eso se trata la vida, de volver a nacer en cada instante... A quienes no saben, estoy trabajando en uno de los colegios más prestigiosos de Argentina, en la Escuela Superior de Comercio Carlos Pellegrini. Tengo a mi cargo, la mapoteca de ese sitio. Quiero agradecer a mis dos jefas, Julia Loray y a una persona que me demuestra día a día lo importante que es estar con los otros, María Esther Gómez.
También, he vuelto como profesora al lugar que me vio crecer, mi colegio secundario, uno de mis grandes sueños cumplidos... volver como docente a las paredes que me vieron realizarme como persona y académicamente.

Gracias a todos por formar parte de mis logros.

sábado, 6 de diciembre de 2008

Revivió mi BLOG!!!



Sólo sé que LA DOCENCIA es una extensión de mi cuerpo. Una manera de concebir la vida. Cable a tierra. Fortuna. Maravilla.
Sólo sé que LA DOCENCIA forma parte de mis días.

viernes, 19 de septiembre de 2008

Una Parte De Mi Historia. Sueño/ Realidad




Sólo sé que ustedes son todo cuanto soy.

Hace exactamente diez años, cuando ingresé al secundario, con una vocación a medio formar, una profesión a seguir, que no sólo dependía de la biografía escolar, sino también de la historia familiar. Con docentes del nivel secundario, de historia, filosofía, inglés, trabajo social, y mi tía directora de escuela, charlas frecuentes en las cuales la educación era invitada habitual en la mesa, en las charlas, en los festejos, en los encuentros y desencuentros.
No comprendía muy bien de qué se trataba en realidad, todo lo que encierra, el cansancio de la tía Cristina, que dio clases en la villa Carlos Gardel, y destacaba la calidez de sus alumnos o cuando tomó el cargo de directora, su voluntad, fuerza, era lo más representativo de entrega plena al saber, al camino de la enseñanza/ aprendizaje.
Éstas características familiares sirvieron de huella, a modo de sombra. En octavo y noveno, había desarrollado mi pasión hacia la Geografía. Pero no tuve una docente que me sirviera de ejemplo, o a esta altura sí, para no repetir el modelo. Su autoridad mediante la imposición de miedo, la falta de claridad en sus objetivos, hicieron que al día de hoy, siga sin comprender qué esperaba en una evaluación o cuáles eran sus criterios de enseñanza.
Luego, el proceso del polimodal, al conocer a Teresa, una profesora bastante particular, exigente, perfeccionista, con enorme vocación y respeto hacia los estudiantes. Hasta el más vago escuchaba atentamente sus clases y disfrutaba de los aprendizajes en esta materia tan hermosa.
Ya con un rumbo o meta a seguir: ser docente en Geografía. Disfruté cada clase, cada minuto, cada nuevo hallazgo. Reforzadores de mi futura profesión. Y mis amigos del colegio, mencionaban que era una “Teresita” potenciada porque les explicaba la asignatura con el mayor de los gustos. Recuerdo las explicaciones en el patio del colegio, en grupo, la aclaración de dudas, era una ejecutora ilegal de la pseudo- docencia. Ceci, Estefa, Lau, Natis, Guille.
Sabían que intentaría repetir esa guía en el futuro, tan incierto, tan vacío. Cuando finalizamos tercer año y nos recibimos. Pensando que el mundo terminaba, en realidad se emprendía la historia de nuestras vidas. La página en blanco que debíamos completar. Me refugié en la escritura en esos tiempos. En el año 2001 le escribí un poema a mi prima, que era de emocionarse poco y se soltó a llorar. Me preguntó por qué no lo hacía más frecuentemente. Y jamás se me había cruzado por la mente. Con el transcurso de su enfermedad, la ayudé con palabras, letras de alma a alma. Cuando falleció, me dejó una carta que guardo en lo más profundo del corazón, en la que expresa: “ojalá sea verdad, y haya mucho por ver “allá” del otro lado... Entiendo que sí. Un ángel de la guarda que magnifica mi esencia. En el 2002, estando en el último año del colegio secundario, leí un aviso del diario zonal que nombraba un taller literario y de lectura acompañada. Sabía que no era una casualidad, sino una causalidad. Respiré profundo y asistí a ese lugar sin tener en claro qué buscaba. Encontré gente maravillosa, al ser la más pequeña me convertí en una especie de muñequita que había que proteger. Susana Lamaisón, la conductora y profesora del taller, me impulsó a que ingrese al mundo de la escritura, del que nunca salí. Empecé el viaje más hermoso de personas que se aproximan a la integridad. Al desnudarse mediante las palabras, a amar cada manifestación de arte, por el sólo hecho de emerger de la profundidad humana.
Luego de algunas publicaciones de poemas en diarios o revistas, de causalidad, arribé a una página de Internet llamada Poeta Latino.
Dentro de la comunidad poética vía web, conocí seres extraordinarios. La modalidad es la publicación de poemas que luego se comentan. Encontré a Derian, José, Roxana, Lizi, Ani, Walter; Dani y Diana que confiaron en mí cuando me invitaron a moderar un foro de Taller Literario o formar jurado en un concurso de poetas destacados.
Debo agradecer a dos amigas de esa etapa de la vida, Ana María Reboredo y Sabrina Dulcich, que, junto a Susana Lamaisón, descubrieron este don que jamás imaginé. Esa sensibilidad poética, que si no formaran parte de la fotografía de mis días, jamás me hubiese dado cuenta que existía.
En el año 2003, la universidad, con tantos miedos y sueños incumplidos. Con la depresión del fin a una etapa de la vida: la instrucción secundaria. Pero con la mochila poblada de sabiduría. Gracias a Ferreira, a Pilar Viejo, una profesora/ amiga en la actualidad y la directora del colegio respectivamente.
¿Y qué esperaba de la elección del profesorado en Geografía? No sabía con exactitud. Simplemente, me preocupé por valer la oportunidad de desarrollar una carrera universitaria. El entusiasmo y las ganas de aprender todo cuanto llega a mis manos.
En el 2004, cursé Política Educativa, en clases tutoriales. Los conocimientos sobre política- educación- sociedad tocaron la puerta de la formación académica y saben que me enamoré de las Ciencias de la Educación. En ese momento comprendí que realmente era lo que deseaba seguir. Que el camino escogido se asemejaba a lo perfecto. Adopté como madrina- mamá a la docente de la materia, María Rosa Misuraca, agradezco sus mensajes de aliento, porque me contuvo, no sólo como alumna, sino también como persona. Y se alegró con mis logros, forma parte esencial de cada uno . Entristeció con mi titubeo, miedos o fracasos. Que me prestó un oído en las situaciones que me desestructuraban y quería bajar los brazos. Le debo mucho. Su ejemplo, su tutela, su magia de comprender. Demostrando que la lucha vale la pena, que los réditos dibujan nuevas perspectivas. Que el amor por la educación palpita al ritmo de cada latido del corazón.
Otro sueño cumplido, se concretó en el año 2005 cuando parimos nuestro primer libro junto a José, Derian, Roxana, Anita, Lizi, Norma y Walter . Un hijo que cuidamos durante mucho tiempo y que le dimos lanzamiento en el Café Tortoni. Esa noche, al recibir esta pieza de un núcleo organizado globalmente, una experiencia inolvidable.
Mi familia, que cuando les dije: “quiero ser profesora en Geografía” se alegraron y a la vez me preguntaron si realmente estaba segura, que no correspondía una tarea fácil de llevar a cabo. Pero en el momento que me brillaban los ojos al hacer lo que verdaderamente me gusta, recalcaron, “adelante, te seguimos”. Gracias por entender y confortar cada paso, en los que caí y volví a levantarme porque lo que no mata, fortalece. Por ser mi esencia y mis adjetivos calificativos.
A Viviana Zenobi, docente y mamá. Que tuvo que escuchar mis broncas y manifestar su aliento constante. Que da su ejemplo y se multiplica en sus alumnos. No sólo me enseñó a enseñar geografía, sino también a hacer de la geografía un mundo, un espacio socialmente construido.
María Esther Gómez, profesora de Geografía Argentina. Excelente persona, además de profesora, amiga y psicóloga de largas charlas. Me dio la posibilidad de conocerla más allá del aula. Que su hija Milagros, es como una sobrina y Milagro para mí. Que sus palabras siempre se figuran como una luz encendida con el sentimiento más bello de la amistad.
A mis hermanas del alma. Que si bien no tengo hermanos de sangre, me benefició la dicha de haber elegido las mejores amigas/ hermanas. A Romi, mi amiga de los tres años. Que en el jardín mientras todos corrían y jugaban, nosotras dos comíamos mandarinas debajo de un árbol, “soñando que éramos grandes”. A sus papás que son mis papás. Sil, mis dos hippies. Que me convidan pañuelos de afecto cuando lloro. Que me expresan “vamos, Jime, vos podes”. Que dibujan risas cuando no puedo sonreír. O me sacan la tristeza con chistes, miles, millones de instantes compartidos. Brindo porque de viejitas sigamos tomando chocolatada con vainillas o mates fríos con palitos flotando. Y recordemos historias. Que sigamos emocionándonos. Que nunca cambiemos los segundos de haber crecido juntas.
Mis compañeros de Estancia, Lau y Guille, mis padres adoptivos, porque me patrocinaron como hija, y me demuestran que la calidez humana aún existe.
Moni, Lau, Nata, Debi. Por lo que subsistimos en medio de batallas, las veces que recibimos tiros y jamás nos derrumbamos, porque una estaba para consolar a la otra. Y llevar amenamente la locura del trabajo.
Al tío Ricardo, la tía Azucena. Que jamás dejaron de preocuparse por mí. Porque esté bien. Porque mis alas no se debiliten.
Mis compañeras de ruta. Vir, Marian, Prisci, Vero, Marol. Que nos complementamos perfectamente. Y dividimos la tarea de aprender en amalgama.
A Marina, que me ayudó a acercarme a la realidad, a seguir en pie, a no vender los sueños.
Mis ciber- amigos Luis, Mauss, Mati. Graciela y Sheila, personificación de la bondad.
René y Fede, hermanos del alma, que conozco más de la cuenta, dos amores conmigo. Gracias por ilustrar la amistad entre el hombre y la mujer. Me bancan a morir, con locuras, mal humor, llantos, me obligan a dejar lo malo y rescatar lo positivo.
El año pasado, que ingresé por primera vez al aula y pensé que me había equivocado, que no podía. Pero cada vez que lo hago, se bosqueja en el pizarrón nueva esperanza. Al fin de la práctica me di cuenta que aprendí a amar la docencia tal como me enseñaron los grandes maestros y los profesionales de la vida. La que entra al aula, es una profesora de verdad, increíblemente real.
O cuando recibí la noticia de suplantar a mi profesora Teresa en mi colegio secundario. Me generó tantos sentimientos, por un lado júbilo... irme alumna y volver profesora, con la satisfacción del paso por la escuela, y la responsabilidad enorme de tener el lugar de quien me ayudó a decidir y no vacilar en la elección de mi carrera. Enseñar en familia. Ser receptora de la alegría de mis profesores, ahora colegas, testigos del desarrollo y evolución.
Hoy, 16 de septiembre de 2008 puedo decir que llegué a una meta. Una carrera cumplida. Un sueño, una ilusión, actualmente palpable.
Y cada uno de ustedes forma parte del atuendo de gala que viste mis días. Porque son una extensión de mi cuerpo. Manos cuando no logro escribir. Voz cuando siento que no puedo hablar. Ojos cuando no logro ver. Nuevas vías cuando se entumecen los pies. Fe cuando pierdo los anhelos. Mi norte. Cuando naufrago por los sueños.
Les agradezco profundamente con un VIP en mi corazón. Que esto recién empieza. Puedo entender, que crecí gracias a ustedes. Que aprendí a ser mejor persona. Sólo sé que son todo cuanto soy.

“Porque no es lo mismo que vivir, honrar la vida”.

Y ustedes honran mi vida!

Gracias!

Los quiero mucho.

Jimena

Honrar la vida

No...
Permanecer y transcurrir
No es perdurar, no es existir
Ni honrar la vida
Hay tantas maneras de no ser
Tanta conciencia sin saber
Adormecida.

Merecer la vida no es callar ni consentir
Tantas injusticias repetidas
Es una virtud, es dignidad
Y es la actitud de identidad
Mas definida.

Eso de durar y transcurrir
No nos da derecho a presumir
Por que no es lo mismo que vivir
Honrar la vida.

No...
Permanecer y transcurrir
No siempre quiere sugerir
Honrar la vida
Hay tanta pequeña vanidad
En nuestra tonta humanidad
Enceguecida
Merecer la vida es erguirse vertical
Mas allá del mal, de las caídas.

Es igual que darle a la verdad
Y a nuestra propia libertad
La bienvenida.

Eso de durar y transcurrir
No nos da el derecho a presumir
Por que no es lo mismo que vivir
Honrar la vida.
Eladia Blázquez

Imagen: Jimena de pequeña en los brazos de mamá. Febrero de 1985.

viernes, 9 de mayo de 2008